
De ahí a la actualidad nos separan nueve años, tiempo en el cual ha discurrido una carrera de caminos parejos y de ligera sinuosidad, con momentos más altos que otros, pero con la sensación de que la cantante nativa de Ontario, Canadá, ha ahorrado pólvora suficiente como para volver a explotar como una de las fuerzas jóvenes del power pop. O del pop punk (sirvan estas palabras para intentar definir su estilo, ese que puede quebrar el orden de las cosas, con un rock a rabiar, pero luego reconciliar posiciones encontradas con alguna sutileza).
La música terminó siendo su manera de vivir. Cuatro discos de Avril ya reposan en las tiendas del mundo. Sumándolo todo, hasta el momento, ha vendido más de 30 millones de placas, y viene al Perú en su momento de definición, a una edad propicia para seguir creciendo.
Avril Lavigne se presentará en la explanada del estadio Monumental de Ate en Lima, Perú este 20 de julio.